Hacía mucho que no escribía por estos lares, bueno estamos de retache y con la batería cargada, después de algunos inconvenientes momentos, que fueron solamente momentaneos.
Luego de haber pasado una larga temporada escribiendo y leyendo, llegué a la conclusión que lo más importante de la literatura, cine y teatro, son sus personajes, pues ellos representan los dramas y comedias humanas, pues una historia sin personajes es una historia sin acciones emotivas y ello sería del nulo interés del espectador o lector.
Los personajes son nuestros guías a través de libros, películas, historias, quien después de leer un libro fascinante no termina teniendo una relación personal con dichos personajes. Tal pareciera que Don Quijote nos toma de escuderos y lo acompañamos en sus travesías y aventuras, con el singular y profundo Sancho Panza. Me ha ocurrido que después de leer un libro me meto tanto que termino soñando con los personajes. Cuando leí 100 Años de Soledad soñaba constantemente con José Arcadio Buendía, Remedios la Bella, o con Aureliano Segundo. La relación con los personajes se llega a crear en una empatía entre el lector y el escritor o mejor dicho con esa parte del creador, pues cada personaje es en escencia un estracto de la mente de quien está detrás de la historia. Incluso digamos por así decirlo que se llegan a crear amistades platónicas entre personajes y lectores, o público. Es por eso que los aceptamos, y los queremos o les tememos. Por ejemplo es imposible no querer al Principito. Y a su vez es imposible no sentir un temor o estremecerse con el Lobo Estepario. Porque ellos son la representación de lo que los seres humanos tememos, amamos
miércoles, 11 de marzo de 2009
viernes, 13 de junio de 2008
"90 Minutos del deporte más bello del mundo"
De los 365 días del año (que en este año fueron 366, por ser biciesto), más de la mitad son días dedicados al deporte más hermoso del mundo: "El Fútbol", hoy 7 de junio del año 2008 he llegado a una encrucijada en mi vida, a una duda existensial; y es que durante los 30 años de mi vida he asistido a muchos partidos, desde nivel profesional, semi profesional, casi nada profesional, y amateur. Además de haber jugado en la calle, en el llano, en campos de tierra, de pasto y hasta estadios; si me pongo a contar todo el tiempo que he dedicado al fútbol llego a la conclusión de que he gastado o disfrutado (depende la perspectiva de quien lea esto), mínimo de tres a cuatro años de mi vida, viendo o practicando este deporte.
Aún recuerdo el primer partido de fútbol al que asistí o al menos del que tengo memoria (Un León vs Guadalajara de la liga mexicana), tenía 4 años y de la mano de mi papá llegamos al estadio (Yo estaba todo ataviado con un mini uniforme del glorioso equipo esmeralda o sea el León), tomamos nuestra platea, una vez acomodados en nuestros asientos nos dispusimos a ver el espectáculo que se hace antes del partido; mi papá me señalaba a la mascota del equipo que animaba o desanimaba a los hinchas, era un tipo disfrazado con un traje de León, que era un disfraz tercermundista que daba lastima (el cual, por cierto, parecía mas un perro callejero que un León), y yo para quedar bien con el hombre que me dio el ser, no me quedó más que esbozar una super sonrisa de emoción (antes practicada para cualquier emergencia), y hacer creer a mi padre que el León disfrazado era magestuoso e imponente como los del Circo Ataide y que hacía de mi aún incipiente existencia un momento inolvidable, mi Padre al ver mi reacción ensanchó su pecho y lanzó una mirada de orgullo, como diciendo "Que buen padre soy", la situación me dio un poco de pena con mi papá pero que podía yo hacer, ni modo que le dijera a mi papá "A mi esto del Fútbol no me atrae, yo prefiero ver a los Thundercats", eso sin duda hubiese roto el corazón de ese padre mío.
Cuando llegamos el recinto estaba casi vacío, y cuando menos pensé, ya estaba congregada toda una horda de villamelones, bufando, sudando con las barrigas al viento, lanzando sonidos guturales en contra de no se quien o al menos en ese momento yo no sabía a quien, con el tiempo comprendí que "Hijo de la chingada" no era una palabra de aliento para los deportistas y mucho menos para el arbitro. La situación con todos esos hinchas desgañitados me causó algo de miedo y es que a mis tiernos cuatro añitos no estaba acostumbrado a ver al hombre (referencia de genero y no de especie) en su estado natural, yo me aferré a la pierna de mi papá, que en ese momento estaba conversando amistosamente con un señor chaparrito, barrigón, moreno, bigotito aguamielero estilo "Cantinflas", pelo no rebelde, rebeldísmo pues sus cabellos parecían espinas chayoteras o tuneras (Que ni 10 kilos de gel podrían aplacar), el hombre llevaba una cubeta, y fue entonces que comprendí, que ese señor era un personaje central en el partido, pues tenía la atención de todos los que ahí estaban, el hombre vendía cervezas y aguas frescas, y mi papá le junto a otras cien gargantas le pedían una "Güera bien fría", acto seguido mi papá me preguntó que si quería una coca, y con la elocuencia que sólo los niños tienen, me bastó un movimiento positivo de cabeza para recibir una Pepsi Cola bien fría, le dí un trago y mi papá brindó conmigo. Como si fuesemos iguales, aunque yo no entendía ni madres de lo que a mi alrededor pasaba. De pronto en un santiamén mi papá ya tenía en las manos otra cerveza, y mi progenitor se vio rodeado de amigos, esos mismos que en un inicio se veían recelosamente y se saludaban sólo de lejitos, estaban ahora en amistosa sintonía, unos abrazados, cantando, sonriendo, escupiéndo la cerveza por gritar...y eso que el partido ni siquiera había empezado.
El tiempo pasaba y el partido aun no comenzaba, los mayores se veían ansiosos por ver el juego. Entonces como si estuviera temblando, mi papá me subió a sus hombros de forma brusca, en el sangoloteo se le derramó la cerveza, pero no le importó, y desde esas alturas pude ver a once hombres corriendo en la cancha de fútbol vestidos de verde igual a la camiseta que yo tenía puesta, el griterío era ensordecedor, me impresionó ver miles de gargantas que lanzaban un mismo grito.
El arbitro pitó el inicio del encuentro y mi papá que de pronto pasó de ser amoroso, paciente, jugueton y comprensivo se convirtió en un energumeno, borracho que mentaba madres a una velocidad inverosímil, es que escupia miles de chingaderas a la velocidad del sonido... lo peor es que él era sólo un aprendíz, había que ver a los que estaban a su lado que eran unos verdaderos profesionales que insultaban a la velocidad de la luz, aunque instructivas que eran las palabras que oía me era imposible aprender todas, aunque aprendí las más importantes, que eran las que más se repetían aunque todas venían de la misma raíz lingüística: "Hijo de la chingada","de puta" o "de perra" a esa edad me era imposible encontrar un vínculo familiar entre todos esos hijos que en el campo se despedazaban a patadas, nunca supe si eran hermanos, primos o algo más... a los que descarté de toda unión familiar fueron a los hijos de perra, y es que entonces me pusé a buscar los cachorritos que imaginé eran de raza San Bernardo, no se porque. De pronto todo se calmó, los gritos se dejaron de oír con tanta intensidad y frecuencia, esporádicamente se escuchaban como voces lejanas, se confundían con aplausos. El Partido era un ir y venir la cosa más aburrida del mundo para un niño que a penas un par de años atrás había aprendido a ir al WC solo. Fue así que me pusé a platicar con mi amigo imaginario que siempre estaba en lo momentos de mayor aburrimiento. Pero todo fue interrumpido por una nueva oleada de gritos más insultos, ahora los amigos de mi papi y mi papi, no sólo insultaban a todos esos hijos, sino que además aventaban la cerveza y todo lo que tenían en las manos, así comprendí lo que era un gol en contra, después todo fueron silvidos, la mayoría se frotaban las manos, se jalaban los cabellos o los pocos que tenían, se mordían las uñas de los dedos unos las comían otros las escupían, fumaban, tomaban, tomaban fumaban y sus miradas se perdían en un campo verde donde 22 tipos, unos hijos de la chingada, y otros hijos de puta se disputaban el balón, ahí fue cuando entendí que el arbitro era el hijo de perra del que tanto hablaban los amigos de mi progenitor, y sin más el hombre vestido de negro se llevó el pito a la boca y todos en el campo dejaron de correr, llegaba así el primer tiempo. Mi papá estaba abatido por la incertidumbre sus amigos se sentaban en sus lugares se llevaban las manos a la cabeza, otros se frotaban los bigotes hasta el mentón.
Aún recuerdo el primer partido de fútbol al que asistí o al menos del que tengo memoria (Un León vs Guadalajara de la liga mexicana), tenía 4 años y de la mano de mi papá llegamos al estadio (Yo estaba todo ataviado con un mini uniforme del glorioso equipo esmeralda o sea el León), tomamos nuestra platea, una vez acomodados en nuestros asientos nos dispusimos a ver el espectáculo que se hace antes del partido; mi papá me señalaba a la mascota del equipo que animaba o desanimaba a los hinchas, era un tipo disfrazado con un traje de León, que era un disfraz tercermundista que daba lastima (el cual, por cierto, parecía mas un perro callejero que un León), y yo para quedar bien con el hombre que me dio el ser, no me quedó más que esbozar una super sonrisa de emoción (antes practicada para cualquier emergencia), y hacer creer a mi padre que el León disfrazado era magestuoso e imponente como los del Circo Ataide y que hacía de mi aún incipiente existencia un momento inolvidable, mi Padre al ver mi reacción ensanchó su pecho y lanzó una mirada de orgullo, como diciendo "Que buen padre soy", la situación me dio un poco de pena con mi papá pero que podía yo hacer, ni modo que le dijera a mi papá "A mi esto del Fútbol no me atrae, yo prefiero ver a los Thundercats", eso sin duda hubiese roto el corazón de ese padre mío.
Cuando llegamos el recinto estaba casi vacío, y cuando menos pensé, ya estaba congregada toda una horda de villamelones, bufando, sudando con las barrigas al viento, lanzando sonidos guturales en contra de no se quien o al menos en ese momento yo no sabía a quien, con el tiempo comprendí que "Hijo de la chingada" no era una palabra de aliento para los deportistas y mucho menos para el arbitro. La situación con todos esos hinchas desgañitados me causó algo de miedo y es que a mis tiernos cuatro añitos no estaba acostumbrado a ver al hombre (referencia de genero y no de especie) en su estado natural, yo me aferré a la pierna de mi papá, que en ese momento estaba conversando amistosamente con un señor chaparrito, barrigón, moreno, bigotito aguamielero estilo "Cantinflas", pelo no rebelde, rebeldísmo pues sus cabellos parecían espinas chayoteras o tuneras (Que ni 10 kilos de gel podrían aplacar), el hombre llevaba una cubeta, y fue entonces que comprendí, que ese señor era un personaje central en el partido, pues tenía la atención de todos los que ahí estaban, el hombre vendía cervezas y aguas frescas, y mi papá le junto a otras cien gargantas le pedían una "Güera bien fría", acto seguido mi papá me preguntó que si quería una coca, y con la elocuencia que sólo los niños tienen, me bastó un movimiento positivo de cabeza para recibir una Pepsi Cola bien fría, le dí un trago y mi papá brindó conmigo. Como si fuesemos iguales, aunque yo no entendía ni madres de lo que a mi alrededor pasaba. De pronto en un santiamén mi papá ya tenía en las manos otra cerveza, y mi progenitor se vio rodeado de amigos, esos mismos que en un inicio se veían recelosamente y se saludaban sólo de lejitos, estaban ahora en amistosa sintonía, unos abrazados, cantando, sonriendo, escupiéndo la cerveza por gritar...y eso que el partido ni siquiera había empezado.
El tiempo pasaba y el partido aun no comenzaba, los mayores se veían ansiosos por ver el juego. Entonces como si estuviera temblando, mi papá me subió a sus hombros de forma brusca, en el sangoloteo se le derramó la cerveza, pero no le importó, y desde esas alturas pude ver a once hombres corriendo en la cancha de fútbol vestidos de verde igual a la camiseta que yo tenía puesta, el griterío era ensordecedor, me impresionó ver miles de gargantas que lanzaban un mismo grito.
El arbitro pitó el inicio del encuentro y mi papá que de pronto pasó de ser amoroso, paciente, jugueton y comprensivo se convirtió en un energumeno, borracho que mentaba madres a una velocidad inverosímil, es que escupia miles de chingaderas a la velocidad del sonido... lo peor es que él era sólo un aprendíz, había que ver a los que estaban a su lado que eran unos verdaderos profesionales que insultaban a la velocidad de la luz, aunque instructivas que eran las palabras que oía me era imposible aprender todas, aunque aprendí las más importantes, que eran las que más se repetían aunque todas venían de la misma raíz lingüística: "Hijo de la chingada","de puta" o "de perra" a esa edad me era imposible encontrar un vínculo familiar entre todos esos hijos que en el campo se despedazaban a patadas, nunca supe si eran hermanos, primos o algo más... a los que descarté de toda unión familiar fueron a los hijos de perra, y es que entonces me pusé a buscar los cachorritos que imaginé eran de raza San Bernardo, no se porque. De pronto todo se calmó, los gritos se dejaron de oír con tanta intensidad y frecuencia, esporádicamente se escuchaban como voces lejanas, se confundían con aplausos. El Partido era un ir y venir la cosa más aburrida del mundo para un niño que a penas un par de años atrás había aprendido a ir al WC solo. Fue así que me pusé a platicar con mi amigo imaginario que siempre estaba en lo momentos de mayor aburrimiento. Pero todo fue interrumpido por una nueva oleada de gritos más insultos, ahora los amigos de mi papi y mi papi, no sólo insultaban a todos esos hijos, sino que además aventaban la cerveza y todo lo que tenían en las manos, así comprendí lo que era un gol en contra, después todo fueron silvidos, la mayoría se frotaban las manos, se jalaban los cabellos o los pocos que tenían, se mordían las uñas de los dedos unos las comían otros las escupían, fumaban, tomaban, tomaban fumaban y sus miradas se perdían en un campo verde donde 22 tipos, unos hijos de la chingada, y otros hijos de puta se disputaban el balón, ahí fue cuando entendí que el arbitro era el hijo de perra del que tanto hablaban los amigos de mi progenitor, y sin más el hombre vestido de negro se llevó el pito a la boca y todos en el campo dejaron de correr, llegaba así el primer tiempo. Mi papá estaba abatido por la incertidumbre sus amigos se sentaban en sus lugares se llevaban las manos a la cabeza, otros se frotaban los bigotes hasta el mentón.
Ya una vez en la pausa de medio tiempo todos los tipos incluído mi papá pedían no una, no dos, sino hasta tres o más cervezas, "El Güero" (Expresión mexicana para llamar a los rubios...e irónicamente a los no rubios) les repartía cervezas, como cura entregando el Corpus Christi y ellos las tomaban como si fuera agua, y en lugar de decir Amén, decían: "Gracias Pinche Güero" en ese momento me di cuenta que para mi padre dejé de existir, él estaba ausente era otro sujeto que con la mirada perdida me observaba y saludaba con una sonrisa de idiota y una pinta misera, en fin no lo voy a juzgar, como podría hacerlo con un hombre que estaba más que borracho de alcohol era de fútbol; ahora entiendo mucho de lo que él me decía. "Cuando seas grande entenderás". De pronto todo ese alboroto generado para comprarle la cervezas al Güero cambió por un orden generalizado, hombre ni para subir al metro la gente se organiza tan rápido, y es que había comenzado la segunda parte, el tiempo complementario, el segundo tiempo, la recta final, el desenlace del juego del hombre.
Y los nervios volvieron a surgir, se palpaban a flor de piel, y las miradas, y los insultos, pero el estrés se controlaba por la esperanza el equipo había salido con mayor decisión para conseguir el empate. Y de pronto como si fuera una ola gigante levantando al público de sus asientos, un jugador avanzaba en el campo dejando un adversario rezagado en el césped, y a otro con la cintura hecha añicos, y a otro volteando al cielo buscando una explicación lógica, y después llegando hacia el área de los 16,50 enfilando sólo contra el portero haciendo una finta, otra, y otra, y el arquero aguantando estoico la embatida del atacante, sin embargo cedía a tanta gambeta y era burlado por el delantero que después tiraba un zurdazo que de movía la red. Jamás vi a mi padre tan emocionado, el gol había caído, y después supe que los Hijos de Puta, de la Chingada y de Perra eran los jugadores de ambos equipos, pues ahora todos volvían a insultar a sus jugadores, pero eran insultos de felicidad. "No, que no. Hijos de la chingada si cuando quieren pueden". En fin toda la gete estaba vuelta loca y yo ya no entendía nada de un juego donde todos eran unos tales por cuales...en fin ese día el fútbol me dio la bienvenida y ahora estoy escribiendo este relato de infancia después de haber visto a mi equipo perder...y a pesar del tiempo sigo sin entender las definiciones futbolísticas de un hijo de la chingada, de perra o de puta.
lunes, 19 de mayo de 2008

Roberto Godofredo Christophersen Arlt nació oficialmente (digamos fue registrado)en Buenos Aires Argentina un 7 de abril de 1900m. Novelista, dramaturgo, periodista e inventor
Hijo de Karl Arlt y Ekatherine Iostraibitzer. Su infancia transcurrió en el barrio porteño de Flores, y la relación con sus padres estuvo signada por un trato severo y poco permisivo, tal vez por ello tuvo que refugiarse en su imaginación y escribir tantas obras (El Juguete Rabioso, Aguafuertes Porteñas, Aguafuertes Españolas, Los Siete Locos y por spuesto los 300 Millones).
Roberto Arlt con sus 300 Millones nos lleva al mundo secreto y fantástico de los personajes de novela, del sueño de la imaginación, ese mundo que una vez que se ha cerrado la página, o se ha dejado de pensar en ellos, les suelta las ataduras y les permite volar a donde ellos quieren a vivir su vida propia.
Y es que el autor nos introduce a lo que debería ser una garantía individual de todos los seres humanos "El Derecho a soñar", derecho que hoy día millones de seres humanos no se atreven por las miserables condiciones en las que se encuentran, y de las cuales les encantaría evadirse, siempre y cuando haya la oportunidad de hacerlo.
Roberto Arlt abre una puerta a la ilusión, a la esperanza y nos muestra con un humor negro al más puro estilo inglés, cuan cruel es el mundo real. Y nos lleva a ver como el mundo de fantasía y sueño que recrea, es finalmente absorvido por el pesimismo, incomprensión y burla, que los mismos personajes del sueño que recrea la Sirvienta (Personaje Principal de la Obra), hacen de ella cuando tiene tiempo libre y ella no los llama a entrar en acción. Quizás esos personajes o fantasmas de la imaginación se muestran agobiados por los sueños de la gente (en especial de las sirvientas), ellos son más bien una muestra de lo que es la humanidad, seres que no dejan soñar a otros seres, que los arrancan del mundo de la fantasía y los aterrizan en esta realidad que es la vida "Normal y Común de las personas"; al final la obra de Arlt es un llamado a la tolerancia, al respeto por los demás, y sobre todo a la comprensión, a la valorización del ser humano en si, pues en el mundo hay miles de personas que piden auxilio por cualquiera que sea su situación, sin embargo todos estamos demasiado ocupados para darnos cuenta que hay personas que necesitan ayuda, aunque sea soñar que no están ahí.
Esa mezcla de realidad y fantasía nos permite ver hasta que punto una persona por muy humilde que sea su condición, tiene derecho mas que soñar, tiene el pleno derecho a vivir y a ser tratado como un semejante, al final, está obra trata acerca de la IGUALDAD entre los seres, que hoy día es lejana, pues el valor a veces de las personas según nuestro modus vivendi atravieza mucho por la cuestión socioeconómica y cultural de las personas. Pero a pesar de ello hasta el más pobre del mundo puede soñar lo que le venga en gana, y cuanto quiera.
"Si un Ciudadano con el derecho de Soñar lo que le venga en gana, sueña que hereda 30 mil pesos en lugar de 300 millones merece que lo fusilen por la espalda" -Roberto Arlt- -Rocambole- -Poson du Terrail-
Por cierto este extraordinario escritor murió fisicamente de un ataque cardíaco en Buenos Aires, el 26 de julio de 1942. Sus letras siguen y seguiran viviendo cada que un lector abra un libro de él.
sábado, 10 de mayo de 2008
Hay de adaptaciones a adaptaciones.

En 1980 irrumpia en el mundo literario el nombre de Umberto Eco con su "El Nombre de la Rosa", el ahora director de la escuela de humanidades de la antiquísima universidad de Bologna Italia, rompia esquemas con su novela que contiene un alto grado semiótico en su contenido, que va más allá de simbolísmos teológico-religiosos, y tan fue el éxito de su obra que la adaptación al cine llegó seis años más tarde bajo la dirección de Jean Jacques Annaud, con resultados más que buenos, que al ver la complejidad de la novela, su adaptación resultó muy satisfactoria con un genial Sean Connery como el sabio Guillermo, y un novel Christian Slater en el papel del novicio Adso.
Casi 20 años después apareció el best seller del norteamericano Dan Brown "El Código Da Vinci" que en muy poco tiempo movió algo más que masas, que tomaron el libro como si fues palabra de Dios, y es que la novela detectivesca de Borwn peca de superficial y fantasiosa, y sus argumentos quedan desnudos para los estudiosos del tema, pues no son los mismos que Eco presenta en su obra, que son de una profundidad mucho más que datos y fechas que son los que arroja el Codigo de Brown. La Película de esta misma novela tardó menos tiempo en llegar que "El Nombre de la Rosa", con el aclamado director y ganador del oscar Ron Howard (Mente Brillante), y con Tom Hanks, Audrey Tautou y Ian McKellen en el reparto. El resultado de la adaptación fue desastroso, todo lo que Dan Brown logró en su novela, que no fue mucho, lo echó por la borda la adaptación cinematográfica.
Y por qué esto? Por qué una obra si funcionó y la otra no?. En gran parte es porque en Europa se tiene una especial devoción por el genero de suspenso detectivesco, especial por los Crimis (Como se les llama en Alemania), es por eso que el maestro del suspense Alfred Hitchkok fue un inglés y no americano. Esa tradición se acompaña por la experiencia, además de que Umberto Eco recrea la edad media de una manera extraordinaria, y es que para entender la edad media hay que ser europeo, vivir en el viejo continente, ver los viejos castillos, las antiguas abadias y fortificaciones más allá de un simple viaje turístico.
Dan Brown hace un buen esfuerzo pues su novela capta al lector, pero se queda nada más por encimita, lo que queda en una lectura que no aporta más y que bien podría hacerlo, aprovecha un tema espinoso el escandalo no baja las raíces de la filosofía, teología y cultura europea occidental, tal y como lo hace Eco, probablemente es por esa falta de experiencia y tradición popular que no se vive en los Estados Unidos, pues no hay que olvidar que en el país norteamericano la cultura urbana ha superado a la cultura popular y más la pueblerina, que en Europa se vive tal y como se vive en Latinoamerica, tan diversa entre unos pueblos y otros, los que enriquece las tradiciones y culturas. Es por esa falta de experiencia que no se tiene en los Estados Unidos, que todo lo tienen que argumentar y basar en la fantasía, acompañada eso si por una maquinaria publicitaria, es por eso que los norteamericanos han logrado hacer de su cine lo que es hoy en día, que si bien se recrimina mucho por tantas películas malas, también hay que recordar que gracias a ellos Hollywood es algo así como un oasis para los seres humanos que vivimos inmersos en un mundo tan real.
Es así pues, que el Nombre de la Rosa nos lleva más allá de un entretenimiento literario o cinematográfico dependiendo el caso (ya sea lector o espectador), a contarnos cosas por el simple morbo, Umberto Eco aborda temáticas tan sordidas, como la pedofilia (Que en ese tiempo tan escondida estaba), la justicia social y jurídica de los seres humanos, el manejo del poder con la información y el saber, maneja una compleja discusión todo el tiempo del socialismo, la lucha entre clases (El Clero rico y ambicioso representado por el Papa y sus secuaces, y el Clero pobre representado por monjes en su mayoría franciscanos), por el verdadero objetivo cristiano de vida, además de otros tipos de temas y simbolismos que Eco cuenta mientras el sabio Guillermo va descubriendo y desenmascarando al malo.
En el caso de El Codigo Da Vinci, Dan Brown nos lleva por un paseo por diferentes etapas del cristianismo, pero no profundiza (Como ya lo había comentado), si acaso su tema se centra en lo machista que ha sido la iglesia católica al negar la participación de la mujer en el plan divino de la salvación, (Tema que también por cierto toca Eco en su novela). El norteamericano arroja datos que son mas como si fueran rumores, y su novela se convierte en una más de tantas que acaparan la atención de la gente pero que no le deja nada al público...porque ojo esos datos que arroja Brown serían herejía en la novela de Eco...por lo tanto el pobre escritor americano ya hubiera sido achicharrado por la panta inquisición en la novela de Umberto Eco, lamentablemente el Código Da Vinci no aporta nada a la literatura y al cine tampoco...creo que al único que le aportó en realidad fue a Dan Brown, Ron Howard, Tom Kanks &Co en hora buen por ellos, porque si creemos que Maria Magdalena fue la novia de Jesucristo hace más de 2000 años ( Cuando yo ni me acuerdo exactamente cuantas novias formales tuve...y si cuento las informales pos ya valió), entonces la moraleja es cada quien lea lo que quiera creer... sólo que hay saber que leer para creer, porque hay que recordar detrás de cada Best-Seller amerigringo hay un gran publicitario.
lunes, 14 de abril de 2008
Espacios Cibernéticos para Mentes Perezosas
Damas, Caballeros y demás gente sin nada que hacer.
Este es el primer artí culo que escribo en este desdenable espacio para personas tan ocupadas pero tan ocupadas en ocuparse. He leído los bloggs de un sujeto de apedilo Castillo y toda una comunidad de personas humanas que viven en los espacios más reconditos del mundo mundial en que vivimos.
Yo estoy en estos mismos instantes me encuentro trabajando arduamente...escribiendo un blogg (en horas de trabajo...y enciman me van a pagar la hora, no cabe duda no tengo vergüenza), que no se cuantas personas leerán. Será famoso mi blogg...? Pasará a la posteridad como uno de esos escritos sagrados encontrados en un mar muerto y contaminado en un lugar del medio oriente...de cuyo nombre no quiero ni puedo acordarme. Habrán leído Uds. este Blogg hasta aquí y se preguntarán que mamadas esta escribiendo el autor de semejante bodrío de cosas?. Pues bueno mi respuesta a esas preguntas que tu querido Lector (a) te haces es simplemente que yo como muchos otros escribo en estos espacios para perder el tiempo, para no aburrirme y hacer perder el tiempo a otros tantos que como yo lo pierden leyendo bloggs.
En fin unos grandisimos críticos hablan de Cine, otros conocedores escriben de Música, otros de Literatura, Puesía y algunas otras rimas, y demás chingaderas. Pues yo he decidido que hablo de los bloggs. Particularmente de mi blogg. Porque? Porque me da la chingada gana, porque es mi blogg y de nadien más. Porque me pareció interesante que un blogg compuesto por una programación de miles de caractéres en un software de programación llamese HTML, PHP o CPA La chingada le den a toda la perrada la posibilidad de jugar al escritor al autor, de un sin numero de disparates que cada quien apreciará por su validez. Y bueno como ya me tengo que poner a trabajar porque han llegado los clientes pues los dejo sin antes enviarles un saludo y decirles que se dejen de rascar las pelotas porque eso lo único que produce es sapullido. Ahí nos vemos. Atte. aca su valedor.
Este es el primer artí culo que escribo en este desdenable espacio para personas tan ocupadas pero tan ocupadas en ocuparse. He leído los bloggs de un sujeto de apedilo Castillo y toda una comunidad de personas humanas que viven en los espacios más reconditos del mundo mundial en que vivimos.
Yo estoy en estos mismos instantes me encuentro trabajando arduamente...escribiendo un blogg (en horas de trabajo...y enciman me van a pagar la hora, no cabe duda no tengo vergüenza), que no se cuantas personas leerán. Será famoso mi blogg...? Pasará a la posteridad como uno de esos escritos sagrados encontrados en un mar muerto y contaminado en un lugar del medio oriente...de cuyo nombre no quiero ni puedo acordarme. Habrán leído Uds. este Blogg hasta aquí y se preguntarán que mamadas esta escribiendo el autor de semejante bodrío de cosas?. Pues bueno mi respuesta a esas preguntas que tu querido Lector (a) te haces es simplemente que yo como muchos otros escribo en estos espacios para perder el tiempo, para no aburrirme y hacer perder el tiempo a otros tantos que como yo lo pierden leyendo bloggs.
En fin unos grandisimos críticos hablan de Cine, otros conocedores escriben de Música, otros de Literatura, Puesía y algunas otras rimas, y demás chingaderas. Pues yo he decidido que hablo de los bloggs. Particularmente de mi blogg. Porque? Porque me da la chingada gana, porque es mi blogg y de nadien más. Porque me pareció interesante que un blogg compuesto por una programación de miles de caractéres en un software de programación llamese HTML, PHP o CPA La chingada le den a toda la perrada la posibilidad de jugar al escritor al autor, de un sin numero de disparates que cada quien apreciará por su validez. Y bueno como ya me tengo que poner a trabajar porque han llegado los clientes pues los dejo sin antes enviarles un saludo y decirles que se dejen de rascar las pelotas porque eso lo único que produce es sapullido. Ahí nos vemos. Atte. aca su valedor.
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