sábado, 10 de mayo de 2008

Hay de adaptaciones a adaptaciones.


En 1980 irrumpia en el mundo literario el nombre de Umberto Eco con su "El Nombre de la Rosa", el ahora director de la escuela de humanidades de la antiquísima universidad de Bologna Italia, rompia esquemas con su novela que contiene un alto grado semiótico en su contenido, que va más allá de simbolísmos teológico-religiosos, y tan fue el éxito de su obra que la adaptación al cine llegó seis años más tarde bajo la dirección de Jean Jacques Annaud, con resultados más que buenos, que al ver la complejidad de la novela, su adaptación resultó muy satisfactoria con un genial Sean Connery como el sabio Guillermo, y un novel Christian Slater en el papel del novicio Adso.


Casi 20 años después apareció el best seller del norteamericano Dan Brown "El Código Da Vinci" que en muy poco tiempo movió algo más que masas, que tomaron el libro como si fues palabra de Dios, y es que la novela detectivesca de Borwn peca de superficial y fantasiosa, y sus argumentos quedan desnudos para los estudiosos del tema, pues no son los mismos que Eco presenta en su obra, que son de una profundidad mucho más que datos y fechas que son los que arroja el Codigo de Brown. La Película de esta misma novela tardó menos tiempo en llegar que "El Nombre de la Rosa", con el aclamado director y ganador del oscar Ron Howard (Mente Brillante), y con Tom Hanks, Audrey Tautou y Ian McKellen en el reparto. El resultado de la adaptación fue desastroso, todo lo que Dan Brown logró en su novela, que no fue mucho, lo echó por la borda la adaptación cinematográfica.


Y por qué esto? Por qué una obra si funcionó y la otra no?. En gran parte es porque en Europa se tiene una especial devoción por el genero de suspenso detectivesco, especial por los Crimis (Como se les llama en Alemania), es por eso que el maestro del suspense Alfred Hitchkok fue un inglés y no americano. Esa tradición se acompaña por la experiencia, además de que Umberto Eco recrea la edad media de una manera extraordinaria, y es que para entender la edad media hay que ser europeo, vivir en el viejo continente, ver los viejos castillos, las antiguas abadias y fortificaciones más allá de un simple viaje turístico.



Dan Brown hace un buen esfuerzo pues su novela capta al lector, pero se queda nada más por encimita, lo que queda en una lectura que no aporta más y que bien podría hacerlo, aprovecha un tema espinoso el escandalo no baja las raíces de la filosofía, teología y cultura europea occidental, tal y como lo hace Eco, probablemente es por esa falta de experiencia y tradición popular que no se vive en los Estados Unidos, pues no hay que olvidar que en el país norteamericano la cultura urbana ha superado a la cultura popular y más la pueblerina, que en Europa se vive tal y como se vive en Latinoamerica, tan diversa entre unos pueblos y otros, los que enriquece las tradiciones y culturas. Es por esa falta de experiencia que no se tiene en los Estados Unidos, que todo lo tienen que argumentar y basar en la fantasía, acompañada eso si por una maquinaria publicitaria, es por eso que los norteamericanos han logrado hacer de su cine lo que es hoy en día, que si bien se recrimina mucho por tantas películas malas, también hay que recordar que gracias a ellos Hollywood es algo así como un oasis para los seres humanos que vivimos inmersos en un mundo tan real.


Es así pues, que el Nombre de la Rosa nos lleva más allá de un entretenimiento literario o cinematográfico dependiendo el caso (ya sea lector o espectador), a contarnos cosas por el simple morbo, Umberto Eco aborda temáticas tan sordidas, como la pedofilia (Que en ese tiempo tan escondida estaba), la justicia social y jurídica de los seres humanos, el manejo del poder con la información y el saber, maneja una compleja discusión todo el tiempo del socialismo, la lucha entre clases (El Clero rico y ambicioso representado por el Papa y sus secuaces, y el Clero pobre representado por monjes en su mayoría franciscanos), por el verdadero objetivo cristiano de vida, además de otros tipos de temas y simbolismos que Eco cuenta mientras el sabio Guillermo va descubriendo y desenmascarando al malo.



En el caso de El Codigo Da Vinci, Dan Brown nos lleva por un paseo por diferentes etapas del cristianismo, pero no profundiza (Como ya lo había comentado), si acaso su tema se centra en lo machista que ha sido la iglesia católica al negar la participación de la mujer en el plan divino de la salvación, (Tema que también por cierto toca Eco en su novela). El norteamericano arroja datos que son mas como si fueran rumores, y su novela se convierte en una más de tantas que acaparan la atención de la gente pero que no le deja nada al público...porque ojo esos datos que arroja Brown serían herejía en la novela de Eco...por lo tanto el pobre escritor americano ya hubiera sido achicharrado por la panta inquisición en la novela de Umberto Eco, lamentablemente el Código Da Vinci no aporta nada a la literatura y al cine tampoco...creo que al único que le aportó en realidad fue a Dan Brown, Ron Howard, Tom Kanks &Co en hora buen por ellos, porque si creemos que Maria Magdalena fue la novia de Jesucristo hace más de 2000 años ( Cuando yo ni me acuerdo exactamente cuantas novias formales tuve...y si cuento las informales pos ya valió), entonces la moraleja es cada quien lea lo que quiera creer... sólo que hay saber que leer para creer, porque hay que recordar detrás de cada Best-Seller amerigringo hay un gran publicitario.









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